Situación actual y pautas internacionales
La evidencia científica afirma que en países en vías de desarrollo, la lactancia materna junto a la alimentación complementaria hasta los 12 meses, podría prevenir 1,3 millones (13%) de muertes cada año en niños menores de seis años. En comparación, la vacuna contra el virus Haemophilus influenzae tipo B podría prevenir el 4% de todas las muertes infantiles y la vacuna contra el sarampión el 1% de esas muertes.
La prevalencia de la lactancia materna exclusiva en los lactantes menores de seis meses en países en desarrollo, aumentó de 33% en 1995 al 39% en 2010.
En el 2002, la OMS y UNICEF adoptaron la “Estrategia Global de Alimentación para Infantes y Niños Pequeños” y al igual que la Asociación Española de Pediatría y otras asociaciones, recomiendan:
- Lactancia exclusiva durante seis meses: sin ningún otro tipo de líquido o sólido.
- Alimentación complementaria comenzando a los seis meses.
- Solamente la OMS sugiere continuar con la lactancia materna hasta los dos años; en especial en países en vías de desarrollo.
Beneficios y contraindiciones generales
Beneficios bebé
- Protección infecciones.
- Desarrollo cognitivo.
- Protección enfermedades a largo plazo.
- Psicológicos.
Beneficios madre
- Recuperación postparto.
- Mejora anemia.
- Menor riesgo cáncer de ovario y de mama.
- Menor depresión postparto.
- Pérdida de peso.
Contraindicaciones
- La madre madre padece una enfermedad contagiosa como VIH.
- La madre está en tratamiento por cáncer (quimioterapia y radioterapia).
- Hipogalactia o baja producción de leche materna.
Mecanismo de amamantamiento
Posición del bebé en íntimo contacto con la madre “vientre contra vientre”.
El amamantamiento se realiza en 2 fases:
- Fase I: prensión del pezón y aureola y cierre hermético de los labios; la mandíbula desciende y se forma un vacío en la región anterior.
- Fase II: avance mandibular de una posición de reposo hasta colocar el reborde alveolar frente al del maxilar superior. Para hacer salir la leche, el bebé presiona la mandíbula contra el pezón y lo exprime por un movimiento anteroposterior. La mandíbula hace un movimiento de retrusión cuando comprime las células lactóforas y en ese momento, la lengua hace un movimiento ondulatorio, para llevar la leche desde el paladar blando y se inicia el reflejo de la deglución.
FASE I
FASE II
Diferencias entre la lactancia materna y artificial
Con el biberón el niño no cierra los labios con tanta fuerza y no se produce el vacío bucal. La lengua se mueve hacia adelante contra la encía para regular el flujo excesivo de leche, manteniéndose plana (no hay movimientos ondulatorios como con la lactancia materna).
La musculatura bucal tiende a convertirse hipotónica, salvo los músculos buccinadores, que generan arcadas estrechas. En estas condiciones la lengua permanece en mala posición.
El flujo de leche en el biberón no requiere de un movimiento de protrusión y retrusión de la mandíbula, que estimularía el crecimiento mandibular y la tonicidad de los ligamentos de la cápsula articular de la articulación temporomandibular. Posición distal de la mandíbula.
Lactancia materna
Posición lengua
- Fase I: Cierre hermético de los labios, produciendo vacío en zona anterior
- Fase II: Movimientos protrusión/retrusión mandibular y movimientos ondulatorios de la lengua.
Lactancia artificial
Posición lengua
- Fase I: Labios en forma de “O”, no produce vacío en la zona anterior.
- Fase II: Mándibula en posición distal y posición de la lengua plana, no llega a paladar.
Influencia sobre el crecimiento orofacial
El amamantamiento favorece un avance mandibular de una posición distal a una posición mesial con respecto al maxilar superior. Se evita retrognatismo mandibular y se obtiene mejor relación entre el maxilar y la mandíbula. Con la ejercitación de los músculos masticadores y faciales al lactar (pterigoideo externo e interno, masetero, temporal, digástrico, genihioideo y milohioideo), disminuyen las maloclusiones, tales como: resalte, apiñamiento, mordida cruzada posterior, mordida abierta anterior y distoclusión.
Por otra parte, no sólo tiene una influencia positiva en el desarrollo de las estructuras orofaciales sino también puede limitar el comienzo de malos hábitos orales.
Amamantamiento y patrones de deglución
El amamantamiento favorece un avance mandibular de una posición distal a una posición mesial con respecto al maxilar superior. Se evita retrognatismo mandibular y se obtiene mejor relación entre el maxilar y la mandíbula. Con la ejercitación de los músculos masticadores y faciales al lactar (pterigoideo externo e interno, masetero, temporal, digástrico, genihioideo y milohioideo), disminuyen las maloclusiones, tales como: resalte, apiñamiento, mordida cruzada posterior, mordida abierta anterior y distoclusión.
Fuente: Póster “Lactancia y Maloclusiones”, presentado en la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), Toledo 27-30 de Mayo de 2015. Autores: Alcón Vidal S., Pedrós Piñon A., Martínez González A., Jiménez Crespo E., Pellicer Castillo D., Alvarado Lorenzo A. Centro: Universidad de Alcála-ITECO, Universidad de Salamanca